miércoles, 15 de febrero de 2017

El espíritu del s.XVIII llega a las aulas

En la asignatura de Lengua y Literatura del nivel 2 de Secundaria hemos conocido la literatura del siglo XVIII, ese siglo dominado por la razón, en el que los ilustrados buscaban educar a la población, hacer reformas y luchar contras las falsas creencias y supersticiones.

En los grupos F y H hemos tratado de imitar el estilo de José Cadalso con sus "Cartas marruecas" y a partir de la lectura en clase de una de ellas dirigida a Gazel, donde se describe la ciudad de Granada, la profesora propuso escribir una carta que tratase de recoger la  esencia de la epístola dieciochesca de esta obra: se trataba de contar a un destinatario nuestra llegada a una nueva ciudad, describir algo del entorno y que ese algo nos llevase a realizar una reflexión personal. El resultado fue magnífico y los alumnos entregaron buenos ejercicios. A continuación reproducimos dos de estos ejercicios de dos alumnas de 2H, Mamen Huerga y Josefa Filip, que pensamos que merece la pena difundir por la calidad de los mismos.


CARTA DE MAMEN DESDE COCA (Segovia)


Estimada amiga:


Acabo de llegar a este pueblo, cuyo nombre jamás había oído. Su nombre es Coca, un pueblo de Segovia, y me he instalado en una casa rural para pasar unos días de descanso.



Me he puesto a andar sin rumbo y me he dado cuenta de la hermosura de la libertad y del momento tan bonito que estaba sintiendo, tan mío. No sé si este pueblo me gustará, lo que sí sé es que estos momentos son míos.



Mis ojos se posan en un majestuoso castillo, tan perfecto en su estructura y tan bello en esa soledad. Coca tiene mucho que ofrecer al visitante. He paseado por todo el pueblo para descubrir sus encantos históricos, sus calles, su plaza... De repente he bajado por un puente de piedras y he sentido como si el otoño se uniera en un mismo lugar: el río Eresma parecía mecerse entre las sombras de los chopos, muy silencioso en su recorrido. He disfrutado como una niña con el agua de su bonito lavadero, he saltado por la solana cubierta de hojas amarillas como el oro...



Sin darme cuenta, ensimismada en mis pensamientos, llegué a la plaza del pueblo, entré en un bar pequeñito pero muy acogedor, como la gente que se encontraba allí; me tomé un café y me dio por pensar en ti, en lo mucho que te gustaría este lugar, por lo bonito que es, por sus gentes y las vistas que tiene. Te invita a quedarte.



Bueno, querida amiga, sin más me despido de ti. Espero que mi carta te haya gustado y animado a vivir esta experiencia.



Un saludo.

Tu amiga Mamen.


CARTA DE JOSEFA FILIP DESDE CASTILLA-LA MANCHA

Bahamontes en la carrera Toledo-Torrijos-Toledo en 1947

Querido Constante:


Deseo que a la llegada de esta, te encuentres establecido del mal que te aquejaba.



Yo, por mi parte, disfruté mucho en mi viaje alrededor de esos parajes castellanos de llanuras infinitas, de cuyo nombre no quiso acordarse nuestro renombrado Cervantes, también conocido con el apodo de "el manco de Lepanto".



Recalé en tu querido pueblo, Alcázar de San Juan, antaño nudo de comunicaciones ferroviarias. Allí degusté sus excelencias culinarias y me sentí como Sancho con el magnífico plato de "duelos y quebrantos".



Pero, como bien sabías, mi camino me llevaba a Toledo, ciudad que me cautivó desde la primera vez que la visitamos. Ya, a lo lejos, resurgiendo, el Alcázar, palacio militar que representa el poderío de otros tiempos. Junto a las murallas que lo rodean, el fortín guardando el Tajo, cuna de la vida incipiente.



Caminaba por sus empinadas calles y me vino a la memoria el formidable deportista Federico Bahamontes, toledano, primer campeón del Tour de Francia, cómo se formó transportando leche en su bici por aquellas calles empedradas por donde convivieron en su día judíos, moros y cristianos, convivencia que tanto enriquece a los pueblos. El saber va de la mano de la tolerancia mientras que la ignorancia es cuna del fanatismo y la intransigencia.



Un abrazo, Josefa.